Vlad...

 Y si la historia no es como nos la contaron, si existen pasajes del pasado que han sido modificados...

En esa reunión fortuita en un bar, en un rincón oscuro de Seattle, Vlad y el joven cantante compartieron cervezas, historias y sueños. El joven cantante, había luchado con la presión de la fama y la artificialidad del mundo musical. Aunque su música había alcanzado el estrellato, había perdido la autenticidad que una vez lo había inspirado.

Vlad, con su profunda comprensión de los anhelos humanos y su propia búsqueda de la eternidad, vio en él un alma atormentada. La oferta de una vida eterna en el anonimato, liberándolo del dolor físico y emocional, además de los tormentos de su pareja con aquella falsa banda llamada Hole, fue tentadora. Después de largas conversaciones y consideraciones, el joven decidió aceptar la oferta de Vlad.

El 5 de abril, todo cambió. Kurt fingió su propia muerte, destruyendo aquel rostro del desconocido que ocuparía su ataúd, con aquel disparo de la escopeta, quedo completamente irreconocible, aquello permitió que el mundo creyera que se había ido. Bajo un nuevo nombre y una apariencia levemente diferente, comenzó una nueva vida en la penumbra, lejos de los reflectores. Vlad y la Rubia Explosiva lo acogieron en su círculo íntimo, ofreciéndole consuelo en su nueva existencia.

Juntos viajaron por el mundo, explorando los rincones más remotos, encontrando belleza en la oscuridad y forjando una amistad que trascendía el tiempo y las épocas. Kurt, ahora libre de la carga de la fama, encontró la paz en el anonimato y la libertad para expresar su música de la forma que realmente deseaba, conoció sonidos de cada rincón del mundo, pudo volver a experimentar en nuevos raros sonidos.

En las noches eternas, el corazón de Kurt latía al ritmo de la música que amaba, y sus dolores estomacales desaparecieron, dejando espacio para la serenidad y la alegría en su vida eterna. Y en esa existencia fuera del tiempo, encontró la oportunidad de reinventarse y redescubrir su amor por la música, manteniendo viva la llama de la creatividad en la eternidad, volviendo a tocar en solitario en pequeños pub desconocidos y lejos de las grandes capitales, su misma música, su misma esencia, pero su rostro siempre oculto en las sombras, lo que realmente siempre quiso...

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La Rubia Explosiva y Vlad.

Y si la historia no es como nos la contaron, si existen pasajes del pasado que han sido modificados...

Un día, mientras Drácula paseaba por las bulliciosas calles de una gran ciudad, sus ojos se encontraron con los de una mujer deslumbrante. Era Marilyn Monroe, una icónica estrella de cine cuya belleza y encanto habían cautivado a millones de personas en todo el mundo. Sin embargo, Drácula vio algo en ella que nadie más podía: una luz especial que iluminaba su alma.

La curiosidad del conde vampiro lo llevó a investigar la vida de Marilyn. Descubrió que sufría en silencio, buscando amor y aceptación en un mundo superficial y cruel. Drácula, siendo inmortal y poseyendo un profundo conocimiento del amor y la soledad, sintió una conexión inmediata con ella.

Decidido a acercarse, Drácula utilizó su encanto y elegancia para ganarse el corazón de Marilyn. Poco a poco, comenzaron a conocerse y a compartir momentos íntimos. A medida que su relación florecía, Marilyn encontró en Drácula un refugio seguro, alguien que la entendía y amaba incondicionalmente.

Sin embargo, el romance entre Drácula y Marilyn no estaba exento de obstáculos. El mundo no podía saber de su amor, ya que Drácula ocultaba su verdadera identidad y existencia. Además, su naturaleza vampírica y la inmortalidad que le confería podrían arruinar la vida de Marilyn si se revelara al mundo.

Con el tiempo, Marilyn expresó su deseo de convertirse en un vampiro para poder estar junto a Drácula por toda la eternidad. Drácula, aunque anhelaba ese vínculo inmortal, sabía que era una decisión que Marilyn debía tomar por sí misma. Finalmente, accedió a su petición, pero con una condición: Marilyn tendría que fingir su muerte para mantener su secreto a salvo.

Así, Marilyn Monroe organizó su propia muerte en el año 1962, dejando al mundo sumido en la tristeza y la conmoción. Drácula, en su papel de protector, aseguró que Marilyn se adaptara a su nueva vida vampírica, lejos de los ojos del público y de los peligros que acechaban en el mundo mortal.

Desde entonces, Drácula y Marilyn han vagado juntos por la eternidad, explorando el mundo nocturno y compartiendo su amor prohibido. Aunque saben que nunca podrán disfrutar de la luz del sol o llevar una vida normal, su amor trasciende todas las barreras impuestas por el destino...

...continuará

Vlad Il Dracul

En un rincón oscuro del olvido,

donde las palabras pesan y hieren,

resuenan las voces del desentendido,

buscando paz y alivio en la poesía que esperen.

Las sombras del pasado se deslizan,

mientras la distancia se hace más profunda,

en la confusión y el dolor se deslizan,

buscando una tregua, una paz que abunda.

Palabras sinceras se tejen en el aire,

un lamento de quien quiere encontrar calma,

lejos de la lucha, de esa vieja pesadilla,

deseando alejarse, romper la armadura de palma.

La promesa de no regresar se sostiene,

en un intento de salvaguardar el propio ser,

la necesidad de tranquilidad que prevalece,

un adiós que busca cerrar aquel amargo ayer.

Aunque las palabras se entremezclan,

deseo que encuentres la paz que buscas,

en tu camino, en tu refugio, sin revancha,

que la serenidad reine y las heridas disipas.

Te deseo lo mejor, en el recuerdo quedo,

una escritora que valoro en mis pensares,

que encuentres la calma en cada sendero,

y el anhelo de paz, en tus días, siempre estares.

Hasta nunca más, en el silencio nos alejamos,

en la esperanza de una vida serena y en paz,

que encuentres la felicidad que anhelas,

y la pluma de la tranquilidad escriba tu compás...

Aquel encuentro...

 Y si la historia no es como nos la contaron, si existen pasajes del pasado que han sido modificados...

Había una vez, en un oscuro rincón del mundo, un encuentro insólito que cambiaría el curso de la historia. Vlad Dracul, el legendario Conde Drácula, y Jesucristo, el Mesías, se encontraron en una taberna solitaria al borde de un pequeño pueblo. Ambos personajes eran inmortales y habían perdido la fe en la humanidad debido a sus experiencias a lo largo de los siglos.

La taberna estaba oscura y apenas iluminada por las tenues luces de las velas. Dracul y Jesucristo se sentaron en una mesa al fondo, rodeados por la penumbra, y pidieron un par de cervezas. A medida que sus vasos se llenaban, comenzaron a conversar, intercambiando historias y decepciones.

Dracul, con su mirada cansada y penetrante, empezó a relatar sus batallas y su sed de sangre a lo largo de los siglos. Habló de su soledad, de cómo la humanidad lo había condenado a vivir en las sombras y de cómo había perdido la esperanza de encontrar redención en algún lugar.

Jesucristo, con su rostro sereno y sus ojos llenos de compasión, escuchaba atentamente. Él compartió su propio viaje a través de los años, hablando de su amor por la humanidad y de cómo había sido traicionado por aquellos a quienes había intentado salvar. Expresó su desilusión al ver cómo la humanidad se sumergía en la maldad y la corrupción, y cómo muchos habían olvidado el mensaje de amor y compasión que había intentado transmitir.

Mientras bebían sus cervezas, los dos inmortales se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Ambos habían sido rechazados y malentendidos por la humanidad. Compartieron sus experiencias de ser perseguidos y juzgados, y cómo eso había dejado una marca en sus almas inmortales.

En medio de la conversación, Dracul hizo una pausa y miró fijamente a Jesucristo. "¿Crees que algún día la humanidad encontrará la redención?", preguntó con voz sombría. Jesucristo suspiró y respondió: "Es difícil decirlo, Vlad. Aunque siempre hay esperanza, veo un futuro incierto. La humanidad tiene libre albedrío, y eso a veces lleva a elecciones desafortunadas".

Ambos sabían que la Tierra no se esperaba un final feliz. La cerveza se desvaneció lentamente mientras continuaban su conversación, compartiendo sus preocupaciones y reflexionando sobre el destino de la humanidad. Aunque desilusionados, reconocieron que todavía había pequeños destellos de bondad en el mundo, y que tal vez, algún día, esas chispas podrían encender un cambio real.

Al final de la noche, Dracul y Jesucristo se despidieron con un apretón de manos y una mirada de comprensión mutua. Aunque no tenían todas las respuestas, habían encontrado consuelo en su encuentro. Sabían que debían seguir adelante, cada uno a su manera, tratando de encontrar el significado en sus inmortales existencias y tal...

...

Vlad II Dracul

 

Hasta cuándo persistirá este tormento,
que atormenta mis temores sin cesar,
que impide mis sueños y el descanso lento,
y me obliga a aprender a vivir sin cesar

.
Sin tu presencia, el vacío se hace presente,
y en cada latido, siento un palpitar ausente,
busco tu rostro en cada rincón del camino,
pero solo encuentro un doloroso destino.

Quizás llegue el día en que el sol brille de nuevo,
y encuentre la paz que tanto anhelo y preciso,
pero hasta entonces, seguiré luchando,
aunque tu ausencia siga causando abismo.

Enfrentaré mis miedos y daré un paso adelante,
construiré un nuevo camino, sin duda ni temor,
aprenderé a vivir sin tu presencia constante,
y encontraré la fuerza para sanar mi dolor.

Porque en la vida, a veces, las despedidas son duras,
y el olvido se vuelve un sueño inalcanzable,
pero sé que con el tiempo, sanarán las heridas,
y en mi corazón habrá un amor más estable.

Así que hasta entonces, seguiré resistiendo,
encontrando en mí la fuerza para renacer,
y aunque la tristeza me siga persiguiendo,
sé que encontraré la paz y volveré a florecer.

Porque el tiempo es sabio y cura todas las penas,
y aunque ahora parezca un camino sin salida,
sé que en algún momento, la paz será plena,
y viviré sin tu presencia, con nueva vida.