Viajo al pasado, al 16 de agosto de 2005, decidido a darle a mi yo del pasado el apoyo que tanto necesitaba. Con cuidado, me acerco sigilosamente y susurro al oído de aquel joven con depresión: "Sigue escribiendo, no dejes de hacerlo jamás. Aunque digan lo que digan y se burlen de tus letras, sigue escribiendo".
Consciente de los riesgos, me aseguro de que mi rostro permanezca oculto bajo una capucha. Mi prioridad es evitar cualquier reacción traumática que pueda afectar tanto a mi yo del pasado como a mi yo del presente, así como a toda mi línea temporal.
Decido tomar medidas adicionales para incentivarlo a escribir. Me acerco a su computadora, que también es la mía en ese momento, y dejo predefinida la página de inscripción para un blog en Blogger. Siento que esta plataforma le brindará la oportunidad de compartir sus pensamientos y emociones con el mundo, y tal vez incluso encontrar una comunidad de apoyo.
A medida que vuelvo al presente, espero con ansias el resultado de mi intervención. Pasan los días y semanas, y finalmente, en el futuro, me encuentro frente a una pantalla que muestra un blog activo y vibrante. Mi yo del pasado ha seguido mi consejo y ha comenzado a escribir.
A medida que leo sus publicaciones, me doy cuenta de cuánto ha crecido como escritor y de la comunidad que ha construido a su alrededor. Sus palabras inspiradoras y valientes han tocado los corazones de muchos lectores, y ha encontrado un propósito en su escritura que nunca había imaginado.
Mi yo del presente se llena de gratitud y alegría al ver el cambio positivo que mi intervención ha generado. A través de la escritura, mi yo del pasado ha encontrado una salida para su dolor y ha descubierto una pasión que lo motiva cada día. Su blog se ha convertido en una fuente de inspiración y apoyo tanto para él como para otros que luchan con desafíos similares.
Y así, mi yo del futuro, con el corazón lleno de esperanza y consciente del poder transformador de nuestras palabras, continúa su camino. Me despido de mi yo del presente, sabiendo que nuestra conexión ha dejado una huella profunda. Hasta la próxima ocasión en la que nuestros caminos se entrelacen y se requiera de mi ayuda, estaré listo para responder al llamado. Que la historia de nuestra vida esté llena de momentos de superación, inspiración y felicidad. Nos despedimos, con la certeza de que juntos, mi yo del pasado, presente y futuro, somos capaces de crear un futuro brillante.
Feliz Cumple Blog.
18 años,
ya cumplimos
la mayoría de edad.
MxAx