Erase una vez, en el Jardín del Edén, Eva, la primera mujer creada según la tradición bíblica, se sentía sola y anhelaba una conexión profunda y significativa. Aunque disfrutaba de la compañía de Adán, su compañero, a veces sentía que algo le faltaba.
Un día, mientras caminaba junto al río, Eva escuchó una risa juguetona que la atrajo. Se acercó sigilosamente y descubrió a una mujer hermosa y enigmática llamada Lilith. Lilith era una criatura mágica que vivía en el Jardín del Edén y tenía una energía y una presencia cautivadora.
Eva y Lilith se conocieron y rápidamente se hicieron amigas. Compartían muchas aficiones y pasaban tiempo juntas explorando el jardín, admirando la belleza de la naturaleza y compartiendo risas y secretos. Lilith era una confidente leal para Eva y la ayudaba a ver el mundo de una manera diferente, más aventurera y valiente.
Con el tiempo, la amistad entre Eva y Lilith se profundizó y se convirtieron en amantes. Compartían una conexión apasionada y una intimidad profunda que les llenaba de felicidad y satisfacción. Juntas, disfrutaban de la libertad y la belleza del Jardín del Edén, explorando nuevas posibilidades y experimentando una conexión espiritual única.
Sin embargo, su amor no fue aceptado por todos en el Jardín del Edén. Algunos de los otros habitantes del paraíso, incluido Adán, no entendían su relación y la veían con desconfianza. A pesar de las críticas y el rechazo, Eva y Lilith se mantuvieron fieles a su amor y continuaron su relación en secreto.
Un día, mientras paseaban por el jardín, fueron descubiertas por Adán, quien se mostró enfadado y sorprendido. Adán no entendía la conexión profunda que Eva y Lilith compartían y se sintió amenazado por su amor. En su confusión y enojo, Adán trató de separarlas y las acusó de haberse apartado de las enseñanzas de Dios.
Eva y Lilith, con el corazón roto, decidieron dejar el Jardín del Edén juntas en busca de un lugar donde pudieran vivir su amor libremente. Abandonaron el paraíso y se aventuraron en el mundo, enfrentando desafíos y adversidades, pero siempre sosteniéndose mutuamente con amor y valentía.
Con el tiempo, Eva y Lilith encontraron un lugar donde podían vivir su amor en paz y armonía. Crearon su propio rincón del mundo, lleno de amor, compasión y respeto mutuo. Aprendieron a valorar la diversidad y la libertad de amar a quien el corazón elija, sin importar las críticas o el rechazo de los demás.
Este cuento hasta el día de hoy ha sido negado por la religión, entregando connotaciones negativas a Lilith, de una bruja, de un demonio, Adán pasado el tiempo entendió y aceptó la decisión de Eva.
El creador, en señal de repudio, expulsó a Adán de Edén y maldijo de Lilith por su insolencia, y castigo a Eva, el cual aumentará sus dolores cuando tengas hijos, y con dolor los darás a luz.
La historia de Eva y Lilith se convirtió en una leyenda, contada por generaciones posteriores, como un ejemplo de amor verdadero, valentía y respeto por la diversidad. Se dice que su amor perduró para siempre y que su historia se convirtió en un símbolo de aceptación.