Realmente desde punto el desierto se ve tan grande, son varios días buscando algún tipo de civilización, no recuerdo realmente como sucedió, solo se que era miércoles, día de bajada, estábamos tan felices de regresar a nuestro hogares, después de siete días largos de jornada laboral.
Mi ultimo recuerdo antes de ubicarme en este desierto, fue aquel resplandor de luz, de un momento a otro la noche se hizo día, después los gritos de mis compañeros de trabajo, el chofer perdió el control del minibus, pero lo mas traumante fue ver volar los vehículos, gente cayendo al vacío, algunos gritando, otros tal cual antorcha humana cayendo al pavimento, todavía puedo escuchar sus gritos.
No se como salí ileso, solo que fuimos expulsados fuera del minibus, solo pequeños rasguños tuvimos los del turno, una totalidad de 15 trabajadores.
Sin titubear empezamos a caminar, ya perdimos la cuenta de cuantos días van, pero lo mas extraño que jamas nos percatamos que el desierto era tan grande, el silencio llega a ser ensordecedor, rumbo sin destino, tratando de entender que sucedió aquel miércoles, día de bajada.
Esperamos llegar pronto a algún lugar, ya que realmente no sabemos si vamos en una dirección adecuada, olvido mencionar que después del haz de luz, ya varios son los días, que en el desierto se levanto una tormenta de arena, la cual solo nos deja ver a solo dos metros de distancia, la luz del sol, llega muy tenue, y de la noche, prefiero no hablar...
(continuará)