No hay quien le lleve mensajes
en todo este gentío
ni tampoco alguno dispuesto a interceder por mí
Se fue el verano y la perdí de vista, cuál era el número
de su domicilio, el color de su morada en ese andurrial
de Lima
frustré todo intento para volver a ella
....
(aún no he llegado a la desesperación)
Sólo sé que vivía con su madre y dos hermanos
y antes de tomar el colectivo
había un cielo de un gris insoportable
cuando nos dimos el último beso de despedida
en la avenida larga con esos vagos
que cantaban valsecitos, unas mujeres con pinta de puta,
pintarrajeadas como papagayos
niños pidiendo limosna, unos acosadores a la
salida de un comedero
próximos de la navidad del 2000 y
quizás pesando en el término del mundo
así mismo en la Edad Media con el milenio.
Los mormones y los bautistas se aprovisionaban
claro y si hubiese ocurrido el cataclismo... qué
esa vez un borracho se puso a mear su cerveza
a plena luz del día ¡qué desvergüenza con
los pantalones abajo!
¡La facha del cholo! Figúrense
ella mirando con normalidad esa escena
y yo con un beso de ingenuo en mis labios.
UN BESO DE DESPEDIDA
Sergio Badilla
(Imagenes corresponden a borde costero
de Iquique, Chile)
Sergio Badilla
(Imagenes corresponden a borde costero
de Iquique, Chile)
Luminosas imágenes, mientras aquí el otoño se va asentando, un otoño soleado y amigable. Un abrazo
ResponderEliminarToda la cotidianidad queda interrumpida por un beso congelado. Bellas las imágenes.
ResponderEliminarUn abrazo.
en 1998 estuve en Iquique y vaya que ha cambiado!!
ResponderEliminarbellas postales y tristes instantes narrados
un beso en la distancia se hace recuerdo enraízado
abrazos
Me gusta tu país...y eso cactus, ¿cómo se llaman? Se parecen a los míticos sahuaros del norte de México.
ResponderEliminarSalu2!!
gracias por sacarnos a pasear
ResponderEliminarque padre se ve eso del desierto y mar juntos