En las sombras eternas, los dioses desangrados claman,
Un precio impío por matar al creador, la verdad se desgrana,
No creas todo lo que piensa la mente perdida,
En este poema maldito, la cordura es medida.
Un precio impío por matar al creador, la verdad se desgrana,
No creas todo lo que piensa la mente perdida,
En este poema maldito, la cordura es medida.
La muerte, testigo de la humanidad en ruinas,
Llora lágrimas ácidas, entre penas y esquirlas,
Cada suspiro es un eco de destrucción,
En el abismo del tiempo, la desesperanza es canción.
Satanás, superado en su maldad, implora asilo celestial,
El cielo, consternado, observa su acto desleal,
La cúspide de la maldad humana, una oscura realidad,
El diablo busca refugio, pero encuentra rechazo en su dualidad.
La perversión se eleva como una torre sin cima,
El ser humano en su apogeo de maldad, una rima,
La cúspide alcanzada en el abismo del pecado,
En este poema maldito, el alma está atrapada.
La oscuridad se enreda en cada palabra escrita,
Un lamento agresivo en la partitura maldita,
Las sombras se ciernen sobre la esperanza perdida,
En este poema de desdén, la realidad está distorsionada.
La agonía se teje en cada verso, como un puñal,
La desesperación baila con la locura en su ritual,
La trama de la maldición se despliega como un velo,
En este poema depresivo, el tormento es el anhelo.
Así, en la penumbra de la existencia malograda,
Los dioses sangran, la muerte llora, y Satanás busca morada,
El ser humano, en su cúspide de maldad, se hunde,
En este poema maldito, la tragedia se difunde.
mXmA
Tu poema me ha conmovido mucho y me ha hecho temblar ante tanta maldad del ser humano que hasta el diablo pide asilo en el cielo porque le superan.Saludos
ResponderEliminarUna descripción muy nítida de la maldad, que hasta provoca escalofríos al leerla. Me sumo a lo que ha dicho nuestra querida amiga Charo.
ResponderEliminarFuerte abrazo con mis mejores deseos para ti en el nuevo año y que pases muy bonito la transición de años. Que Dios te provea de todo lo necesario para tu bienestar y felicidad, junto a toda tu familia.
La maldad, del ser humano no tiene límites y para ejemplo de ello, ahí están las guerras, que tanto daño y desolación causan.
ResponderEliminarUn abrazo.
El mal en toda su expresión. Ya quisiera saber si al diablo lo aceptan en el cielo.
ResponderEliminarSaludos
Gran poema!
ResponderEliminarBeautiful blog
ResponderEliminarBeautiful blog
ResponderEliminarCarlos:
ResponderEliminarel mal, siempre presente, por desgracia.
Salu2.