sábado, 14 de octubre de 2023

Exorcizando... un troll.

Hace mucho tiempo, en una ciudad donde la tecnología y la creatividad se entrelazaban, vivía un troll muy peculiar. Este troll, conocido como Mnogo, residía en los confines de los monitores de las computadoras. Su misión era liberarse al caer la media noche y acechar a jóvenes escritores de blog que buscaban inspiración en la tranquilidad de la noche.

Mnogo era astuto y malicioso. Se alimentaba de las palabras de los escritores, robando su creatividad y dejándolos paralizados por la falta de ideas. Una noche, un joven llamado Diego estaba absorto en su blog, tejiendo historias con sus palabras. Sin embargo, a medida que las manecillas del reloj avanzaban y la luna se alzaba en el cielo, Diego sintió un escalofrío recorrer su espalda.

Justo cuando el reloj marcó la medianoche, un resplandor pálido brotó de su monitor. Mnogo emergió, sus ojos brillando con un matiz siniestro. Se acercó a Diego con sus garras afiladas y su risa ronca llenó la habitación. "¿Crees que puedes crear sin consecuencias?", gruñó Mnogo mientras extendía sus garras hacia Diego.

Diego luchó por encontrar las palabras, pero su mente estaba nublada por el miedo. Sin embargo, en un último esfuerzo, recordó una antigua historia sobre cómo derrotar a criaturas malignas. Con un giro de la muñeca, agarró una pluma que había pertenecido a su abuela y comenzó a escribir con rapidez. Sus palabras cobraron vida en el papel, formando un escudo de luz que repelió a Mnogo.

¡Fuera troll, vete ya,
Tu negatividad no nos tocará!
Con risas y amor, este sitio llenaremos,
Y en paz y armonía, nosotros reinaremos.

El troll aulló de rabia y desapareció en el monitor, dejando a Diego agotado pero victorioso. A medida que los primeros rayos del amanecer iluminaban la habitación, Diego supo que había vencido al troll y protegido su creatividad.

A partir de entonces, los jóvenes escritores de blog de la ciudad se aseguraron de estar preparados para la llegada de Mnogo. Mantuvieron cerca objetos que representaban la fuerza de sus historias y se apoyaron mutuamente para enfrentar al troll. Con el tiempo, Mnogo se convirtió en una leyenda, recordando a todos que la creatividad es poderosa y que nunca debe ser silenciada por el miedo.

MxAx

12 comentarios:

  1. Ja,ja me ha encantado la historia y el final para Mnogo. Siempre he creído que la unión hace la fuerza y tu historia va por ese camino también.
    Creo que ese tal Diego debía tener algo más que la pluma de su abuela. Probablemente fuera una especie de mago de las palabras que con estas sedujera a los amantes del buen arte y repeliera a los no iniciados en la buena escritura. Como el torpe y triste Mnogo, por ejemplo.

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    1. Cuento con final feliz, pero nada dice que no volverá
      Con Mnogo no se sabe cómo actuará en el futuro

      saludos

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  2. Muy bueno, Carlos.
    Lo mejor contra los trolls es actuar como contra los insectos, ratas, cucarachas y demás. ¡Un buen insecticida!
    Salu2.

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    1. Muy cierto, pero estos bichos entretanto insecticida que se le adiciona termina haciendo inmune y se debe subir la dosis
      saludos

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  3. Buena historia con final feliz.Saludos

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  4. No sé yo, Carlos, Mnogo es tenaz. Parece que desaparece pero, cuando menos lo esperas, resurge una noche en tu monitor, escupiendo su veneno. En tal caso, yo creo que lo mejor que puede hacer el tal Diego y el resto de blogueros "trollizados" es agarrarlo por los cuernos, sacarlo del monitor y darle una lección de cultura general y educación cívica, a ver si se consigue reinsertarlo en la sociedad. Pero me temo que no, su nivel intelectual es tan bajo que va a ser imposible su reinserción. Habrá que seguir soportando sus apariciones, qué le vamos a hacer :))
    Un saludo, Carlos.

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    1. Es que va y viene, y como dices cuando menos se espera regresa de la peor manera.
      Saludos

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  5. Una historia que deja claro que la unión hace la fuerza y entre todos se puede luchar contra la maldad venga bajo la forma que venga.

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    1. Muy cierto, entre todos podemos erradicar a los odiosos troll
      abrazo

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  6. A un troll nunca hay que alimentarlo, mucho menos luego de medianoche.

    Saludos,
    J.

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