En el umbral del tiempo, junio se desvanece,
sus colores vivos en el viento perecen.
Las hojas caen, doradas y tibias,
anunciando que el otoño se hace presente.
Oh, junio amado, mes de días radiantes,
tus rayos dorados cobijaron nuestras risas.
Las flores se marchitan, los campos se adormecen,
y el cálido sol se desvanece con prisa.
Ahora, llega julio con su abrazo otoñal,
susurra promesas en cada hoja caída.
La naturaleza se viste de tonos terrosos,
y en el aire se percibe una melancolía.
Julio, querido mes, con tus tardes melosas,
nos envuelves en mantos de nostalgia y calma.
Disfrutaremos la danza de las hojas danzantes,
y contemplaremos el cambio en cada rama.
Adiós, junio, tus memorias se desvanecen,
en el manto de la estación que avanza.
Bienvenido, julio, con tus colores serenos,
que en tus días encuentre mi alma su bonanza.
Que diferentes miradas, aqui el calor nos quita el aire y tu me hablas de otoño esa época tan maravillosa para pasear, y soñar. Un abrazo
ResponderEliminarEn tu tierra llega el otoño y en mi tierra estamos en un riguroso verano, en que la temática del momento es el agobiante calor.
ResponderEliminarFeliz fin de semana. Un abrazo
El otoño... mi estación preferida.
ResponderEliminarTu poema es un canto al paso del tiempo con voz agradecida.
Llega julio y esperemos que sea un poco más benevolente que junio. Ojalá traiga lluvias, pero no en exceso.
ResponderEliminarAbrazos
Un poema delicioso. Me encanta!!! Tú ya con invierno y nosotros con 45 grados. Te mando una infusión de canela y tú mándame algo muy refrescante para equilibrar.
ResponderEliminarBesos.
Junio y julio son como unos primos hermanos muy bien llevados y acompañados siempre entre si.
ResponderEliminarFuerte abrazo.
Has estado poético.
ResponderEliminarTe hace bien el otoño.
Lo que es Santiago, aquí congelada hasta de ideas.
Saludos.
Me encantó el poema de estos dos meses que se unen en vuestro otoño y en nuestro verano.Saludos
ResponderEliminarQue lindo.
ResponderEliminarUn abrazo