martes, 25 de octubre de 2022

La leyenda del Pehuen.

Hoy me callo, que hablen otros...
Les dejo esta leyenda Mapuche...


Hace mucho tiempo el pueblo pehuenche vivía cerca de los bosques de pehuenes o araucarias, este es el árbol del cual sale el piñón.

Los pehuenches se reunían bajo las araucarias para rezar y colgar regalos en sus ramas, pero no cosechaban los piñones, pensando que eran venenosos y no se podían comer.

Un año, el invierno fue muy crudo y duró mucho tiempo. La gente no tenía que comer. Todo estaba completamente cubierto de nieve. Muchos niños y los ancianos pehuenches se estaban muriendo, ellos rezaban a Nguenechen, el Dios creador, pero creían que El no escuchaba sus plegarias.

Entonces, el Lonko o jefe de la comunidad, decidió que los jóvenes salieran en busca de alimento por las regiones vecinas.

Un día, uno de los muchachos regresaba hambriento, muerto de frío, con las manos vacías y muy triste por no haber encontrado alimento, cuando, de repente un anciano desconocido se le acercó. Caminaron juntos un buen rato y el muchacho le habló de su tribu y de lo mucho que sufrían por el hambre. El viejo lo miró con extrañeza y le preguntó:

¿No son suficientemente buenos para ustedes los piñones?, luego dijo: cuando caen del pehuén ya están maduros, y con una sola piña se alimenta a una familia entera. 

El muchacho le contestó que siempre habían creído que eran venenosos y que no se podían comer. Entonces el viejo le explicó que era necesario cocerlos en mucha agua o tostarlos al fuego. Luego el anciano se alejó.

El muchacho siguió caminando y cuando llegó al bosque, buscó bajo los arboles y guardó en su manto todos los piñones que encontró. Los llevó ante el Lonko y le contó las instrucciones del anciano.

El jefe escuchó atentamente al joven; se quedó un rato en silencio y luego dijo: Ese viejo debe ser Nguenechen, que vino otra vez para salvarnos. Entonces la comunidad entera participó de los preparativos de la comida.

Muchos salieron a buscar más piñones; se acarreó el agua y se encendió el fuego. Después tostaron, hirvieron y comieron los piñones que habían recogido. Fue una fiesta inolvidable. Se dice que, desde ese día, los mapuche que viven junto al pehuén y que se llaman a sí mismos pehuenche, nunca más pasaron hambre.



10 comentarios:

  1. Las leyendas me gustan tiene un no se que que las hace cercanas a pesar de ser ancestrales y lejanas. El final feliz ayuda a contarlas una tarde con niños cerca de una hoguera. Abrazos Carlos

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    1. Que lindo, que se transmita de boca en boca estas leyendas, que sean cuentos de hoguera, me gusta.
      Abrazo

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  2. Un fruto sagrado para los ancestros y son tan deliciosos. Me encantan y está leyenda también.
    Saludos, Carlos.

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    1. Son muy sabrosos, recuerdo de niño haberlos probado, vivo muy lejos de donde se da el piñon.
      saludos

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  3. Esta lectura me interesa muchísimo, pues estoy preparando un artículo para el blog que tienes esperando más de dos años. Es acerca de una araucaria muy parecida a la chilena, aunque con el docel un poco más aplanado Araucaria angustifolia o también Araucaria brasilensis, acá se le conoce como "piñero de Paraná" o "pinheiro de Paraná" según la grafía portuguesa. He iniciado un proyecto de vivero de esa especie y hemos plantado algunos en un bosque dentro del perímetro urbano y en algunos parques de niños. Lo cierto es que ese árbol me enamoró desde la primera vez que lo vi y quisiera que mis cenizas fuesen esparcidas al fondo de la raiz de una de esas plántulas.
    ~~~~
    Ahora, leyendo tu relato me pregunto si los pehuenches y los mapuches son los mismos, o si hay una diferencia cuál sería

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    1. Los Pehuenches pertenecen a un grupo mayor que son los Mapuches, Pehuenches se cita a los ubicados en unza zona geográfica especifica, pero en hábitos y costumbres son lo mismo, espero haber dado respuesta a tu duda.
      saludos!

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  4. Una historia muy bonita y con un feliz final. Abrazos

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  5. Una bonita leyenda con final feliz.Saludos

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  6. No conocía la leyenda, y me ha encantado!

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