jueves, 21 de diciembre de 2023

Oleg - Un cuento de Navidad.


Hace mucho mucho tiempo en un lejano bosque muy frío...

En lo más profundo del bosque solitario, donde el murmullo de los árboles y el crujir de las ramas formaban la única sinfonía, un viajero del tiempo se encontró con un leñador de aspecto anciano que trabajaba incansablemente cortando troncos para su modesta cabaña. El leñador, conocido como Oleg, llevaba una vida solitaria, alejado de la bulliciosa civilización.

El viajero del tiempo, un hombre con ropas extrañas y un brillo en los ojos que delataba su conocimiento de eras pasadas y futuras, decidió entablar conversación con Oleg. La charla se volvió fascinante cuando el viajero reveló su verdadera naturaleza y la capacidad de viajar a través del tiempo. Oleg, aunque inicialmente escéptico, escuchó maravillado las historias de épocas distantes y futuros desconocidos. El viajero, intrigado por la soledad de Oleg, compartió una idea que le había surgido en sus travesías temporales: la alegría de dar regalos a los niños de un pueblo cercano.

"Imagina," le dijo el viajero, "traer sonrisas a los rostros jóvenes, sembrar la magia en sus corazones. Podrías convertirte en el mensajero de la felicidad." Oleg, inspirado por la sugerencia del viajero, decidió ponerla en práctica. Comenzó a esculpir juguetes de madera y a recolectar pequeños tesoros del bosque para regalar a los niños del pueblo. La alegría que irradiaban esos obsequios era contagiosa, y el pueblo comenzó a apreciar la generosidad del leñador solitario.

Lo que el viajero del tiempo no sabía era que Oleg, el leñador, era en realidad su tatarabuelo. La cadena de acontecimientos desencadenada por la sugerencia del viajero llevó a que Oleg conociera a una encantadora joven del pueblo, Agnes, quien quedó cautivada por su generosidad y nobleza de espíritu. Oleg y Agnes se enamoraron, formaron una familia, y así se trazó el linaje que eventualmente condujo al nacimiento del propio viajero del tiempo.

La sugerencia del regalo no solo cambió la vida de Oleg, sino que también inició una tradición que perduró a lo largo de las generaciones: la tradición de Santa Claus. El tatarabuelo, sin darse cuenta, había desencadenado una paradoja inversa del tiempo, donde su propia existencia dependía de la idea que él mismo había proporcionado.

Así, en lo más profundo del bosque solitario, entre risas de niños y luces titilantes de regalos, el viajero del tiempo comprendió la profundidad de las conexiones familiares y el impacto de un simple gesto generoso en el tejido del tiempo, pero sabemos bien que este solo fue el primer encuentro entre nuestro viajero del tiempo y el anciano Oleg...


Continuará...

miércoles, 20 de diciembre de 2023

"Versos en la Telaraña de la Ironía"


En el reino virtual, un troll singular,
Mi sicópata preferido, espejo de dualidad,
Solo odia en su danza, sin cesar,
Un juego retorcido, en su realidad.

Sus palabras afilan como daga en la noche,
Un dolor que castiga, un odio que arde,
Golpea con sus letras, sin reproche,
Denuncia en su teatro, escena de alarde.

En el blog de la ironía, su trono se alza,
Con hilos de sarcasmo, tejidos de confusión,
Burla y desafío, su amarga amenaza,
Un juego, sin compasión.

Así es mi troll del ciberespacio,
Sicópata, en su juego de ajedrez,
Solo odio, en su trampa enlazo,
Un vínculo extraño, que no tiene ni un adiós ni un sí ni un no.

MxAx

lunes, 18 de diciembre de 2023

Viajero del tiempo... (aquel esperado final)



Desde la última hazaña documentada de nuestro viajero del tiempo, han transcurrido varios siglos durante los cuales ha desempeñado diversas misiones. Como es bien conocido, su función principal es la de ser el mensajero de Dios. Sin embargo, hoy nos encontramos testigos de su última misión, la más crucial de todas...

En el año 24534, el mundo había evolucionado de maneras asombrosas. La humanidad había transcendido en sabiduría y conocimiento, explorando las estrellas y desentrañando los misterios del universo. Aunque las maravillas tecnológicas y el entendimiento profundo de la vida eran celebrados, todos sabían que algún día llegaría el momento del fin.

Nuestro viajero del tiempo, ahora convertido en el mensajero del apocalipsis, se preparó para cumplir su papel final. Con un corazón pesado, portando trompetas que resonaban con el anuncio del fin de los tiempos, se presentó ante la humanidad. Atravesó ciudades avanzadas y asentamientos cósmicos, compartiendo la noticia del apocalipsis.

Para su sorpresa, la reacción de la gente fue diferente de lo que esperaba. Aunque la noticia del fin del mundo causó una calma inusual, no hubo pánico ni desesperación. En cambio, la gente salió a la intemperie, bajo la lluvia de asteroides que marcaba el final, para meditar y agradecer por la vida que habían vivido.

En medio de la lluvia de asteroides, en la serenidad del momento, la humanidad se unió en una expresión colectiva de gratitud y aceptación. Aceptaron el fin como una parte natural del ciclo de la existencia y se sumieron en reflexiones profundas sobre el significado de sus vidas y la conexión con el universo.

Nuestro viajero del tiempo, observando esta respuesta inesperada, sintió una mezcla de pesar y satisfacción. Lloró lágrimas de pena por la inevitable despedida, pero también lágrimas de satisfacción por haber cumplido su papel a lo largo de los milenios. Había sido el mensajero de innumerables verdades y revelaciones, guiando a la humanidad a través de sus altibajos.

La lluvia de asteroides continuaba su danza cósmica, y la humanidad permanecía en calma y serena, enfrentando el fin con gracia y aceptación. El mensajero del apocalipsis, con su deber cumplido, desapareció en las sombras del tiempo, llevándose consigo las historias y experiencias de la humanidad a lo largo de las eras. Mientras el universo se sumía en el silencio, la travesía del mensajero del tiempo llegaba a su fin, dejando tras de sí un legado de aprendizaje, amor y aceptación.


Así concluye la epopeya de nuestro viajero del tiempo, milenios surcando las barreras temporales. Lo que comenzó como un simple mensaje se transformó en una profunda enseñanza de vida. Y así, después de explorar los recovecos del tiempo, la tan buscada verdad se convirtió en un misterio más complejo de lo imaginado. 

Agradecemos la compañía a lo largo de esta travesía, y con estas palabras, la historia parece haber llegado a su fin... ¿o acaso hay aún más por descubrir en los rincones del tiempo?



mxax

viernes, 15 de diciembre de 2023

Viajero del Tiempo (05)...

En capítulos anteriores...


En el capítulo de hoy...

En el momento del Big Bang, donde el tiempo y el espacio se entrelazaban en un caos primordial, el viajero del tiempo se encontró con una presencia inmensurable y majestuosa. Un ser cósmico que trascendía la comprensión humana. Era Dios, la esencia primordial que había dado origen al universo.

Dios, en su infinita sabiduría, percibió la presencia del viajero del tiempo y lo convocó para rendir cuentas de sus acciones. En una conversación que trascendía el tiempo mismo, Dios cuestionó las intervenciones del viajero en la historia humana y el abuso del libre albedrío de sus creaciones.

El viajero del tiempo, humilde ante la presencia divina, explicó sus motivaciones y las razones detrás de sus acciones. Le relató sus intentos de mejorar la comprensión de la verdad y la realidad, su deseo de ofrecer a la humanidad un camino más armonioso.

Dios, en su benevolencia, comprendió las buenas intenciones del viajero. Sin embargo, le reveló las verdades fundamentales de la existencia y el propósito de la vida. Le explicó que la verdad no podía ser dictada o forzada, sino que debía descubrirse y vivirse individualmente. También le mostró que el libre albedrío era un regalo precioso, y aunque el sufrimiento y la discordia eran inevitables, eran parte intrínseca del proceso de crecimiento y evolución.

Con paciencia divina, Dios compartió la comprensión de que el sentido de todo radicaba en la búsqueda constante de la verdad y el amor, en el crecimiento espiritual y en la conexión con el tejido mismo del universo. La humanidad, con sus desafíos y triunfos, era una expresión única de esa búsqueda.

El viajero del tiempo, iluminado por estas revelaciones, aceptó la responsabilidad de sus acciones y se comprometió a dejar que la historia humana siguiera su curso natural. Con la bendición de Dios, continuó su viaje a través del tiempo, ahora con una comprensión más profunda de la complejidad de la existencia y la importancia de la libertad y el aprendizaje individual. Su misión, que había comenzado con la búsqueda de un enigma perdido, había evolucionado hacia una exploración espiritual que trascendía los límites del tiempo y la comprensión humana.

El viajero del tiempo, ahora designado como el mensajero de las buenas y malas noticias por la voluntad divina, asumió su nueva responsabilidad con humildad y determinación. Se le encomendó la tarea de comunicar los designios de Dios a lo largo de la historia humana, siendo una guía en momentos cruciales.

Su primera misión fue una paradoja en sí misma. Debería comunicar el nacimiento del hijo de Dios a María, una tarea que chocaba con su conocimiento anterior de que Jesús, tal como se conocía, no había existido en la forma tradicional. Sin embargo, comprendió que su papel como mensajero requería cumplir con exactitud los eventos establecidos por la historia.

Apareció ante María como una luz radiante, un ser celestial que irradiaba amor y paz. Le comunicó el mensaje divino, anunciándole que concebiría al hijo de Dios. María, llena de gracia, aceptó su destino con humildad y devoción, sin saber la complejidad de los hilos del tiempo que tejían su historia.

A medida que el mensajero del tiempo continuaba sus viajes a través de las eras, llevaba consigo la carga de equilibrar las paradojas y contradicciones que surgían de su conocimiento temporal. Transmitía tanto las noticias de alegría como las de tribulación, guiando a la humanidad en su viaje espiritual.

En su papel como mensajero, experimentó la belleza y la tristeza de la existencia humana. Anunció descubrimientos, inspiró cambios y consoló en momentos de dolor. Se presentó de diversas formas: como ángel, como luz misteriosa, incluso como seres extraterrestres en tiempos más avanzados. Cada aparición era adaptada a la comprensión y las creencias de la época.

A lo largo del tiempo, el mensajero se dio cuenta de que su misión iba más allá de corregir errores pasados. Estaba contribuyendo a la complejidad de la historia humana y, al mismo tiempo, ofreciendo orientación y consuelo en medio de las incertidumbres.

En su travesía, el mensajero del tiempo aprendió a aceptar la paradoja de su existencia y a comprender que, en el tejido del tiempo, las verdades espirituales eran tan esquivas como las verdades históricas. A medida que avanzaba en su papel designado por Dios, se esforzaba por transmitir el mensaje de amor, esperanza y búsqueda espiritual, guiando a la humanidad hacia un destino que, aunque envuelto en misterio, estaba imbuido de significado y propósito.

Pero, para nuestro viajero del tiempo, queda todavía una última misión...

...continuará

jueves, 14 de diciembre de 2023

Santa...



En la noche estrellada, en diciembre brillante,
Santa Claus se prepara, su trineo adelante.
Con renos veloces, en el cielo danzante,
trae alegría y regalos, con risas de amante.

En el Polo Norte, entre hielo y nevadas,
trabaja incansable, con risas entrelazadas.
En su taller mágico, con manos afanadas,
crea juguetes y sueños, en noches consagradas.

Con su traje rojo, de blanco adornado,
Santa Claus surca los cielos, siempre aclamado.
Cargado de esperanza, por niños esperado,
deja magia y felicidad, un regalo anticipado.

En la oscuridad de la noche silente,
se escuchan cascabeles, sonrisas presentes.
Los sueños se tejen, cual manto emergente,
y la magia de Santa, se vuelve elocuente.

Con barba plateada, y risa contagiosa,
Santa Claus es símbolo, de fe grandiosa.
Llena los corazones, de ilusión preciosa,
haciendo del mundo, un lugar de rosa.

En la chimenea, deja regalos y risas,
cumple sueños y colma de dichas.
Con bondad infinita, sin pedir caricias,
Santa Claus es la esencia, de amor que eternizas.

Oh Santa querido, en esta navidad,
bendice con alegría, en cada hogar tu bondad.
Que la paz y la esperanza, florezcan sin edad,
y en cada rincón del mundo, se celebre tu caridad


MXAX