sábado, 29 de octubre de 2022
Aclaremos el asunto...
viernes, 28 de octubre de 2022
jueves, 27 de octubre de 2022
Activistas???
martes, 25 de octubre de 2022
La leyenda del Pehuen.
Hace mucho tiempo el pueblo pehuenche vivía cerca de los bosques de pehuenes o araucarias, este es el árbol del cual sale el piñón.
Los pehuenches se reunían bajo las araucarias para rezar y colgar regalos en sus ramas, pero no cosechaban los piñones, pensando que eran venenosos y no se podían comer.
Un año, el invierno fue muy crudo y duró mucho tiempo. La gente no tenía que comer. Todo estaba completamente cubierto de nieve. Muchos niños y los ancianos pehuenches se estaban muriendo, ellos rezaban a Nguenechen, el Dios creador, pero creían que El no escuchaba sus plegarias.
Entonces, el Lonko o jefe de la comunidad, decidió que los jóvenes salieran en busca de alimento por las regiones vecinas.
Un día, uno de los muchachos regresaba hambriento, muerto de frío, con las manos vacías y muy triste por no haber encontrado alimento, cuando, de repente un anciano desconocido se le acercó. Caminaron juntos un buen rato y el muchacho le habló de su tribu y de lo mucho que sufrían por el hambre. El viejo lo miró con extrañeza y le preguntó:
¿No son suficientemente buenos para ustedes los piñones?, luego dijo: cuando caen del pehuén ya están maduros, y con una sola piña se alimenta a una familia entera.
El muchacho le contestó que siempre habían creído que eran venenosos y que no se podían comer. Entonces el viejo le explicó que era necesario cocerlos en mucha agua o tostarlos al fuego. Luego el anciano se alejó.
El muchacho siguió caminando y cuando llegó al bosque, buscó bajo los arboles y guardó en su manto todos los piñones que encontró. Los llevó ante el Lonko y le contó las instrucciones del anciano.
El jefe escuchó atentamente al joven; se quedó un rato en silencio y luego dijo: Ese viejo debe ser Nguenechen, que vino otra vez para salvarnos. Entonces la comunidad entera participó de los preparativos de la comida.
Muchos salieron a buscar más piñones; se acarreó el agua y se encendió el fuego. Después tostaron, hirvieron y comieron los piñones que habían recogido. Fue una fiesta inolvidable. Se dice que, desde ese día, los mapuche que viven junto al pehuén y que se llaman a sí mismos pehuenche, nunca más pasaron hambre.
domingo, 23 de octubre de 2022
Domingo Dominical...
No estoy feliz, pero tampoco estoy triste...
Que buena frase para iniciar una conversación
Y a lo mejor es más sencillo, las manos en los bolsillos y una canción silbar...
Si todo es más sencillo, y solo soy yo el que me complico???
Pero hoy es domingo dominical, así que relajen el cerebro...
Y sigamos el día, con las manos en los bolsillos, y una canción silbar
y dejemos todo para mañana, para mañana...