Ya es casi fin de mes, en meses anteriores he llevado un diario de vida en el que planeaba ausentarme del blog debido a ciertas circunstancias que describí anteriormente. Sin embargo, regresé antes de lo previsto y he cambiado muchos de mis hábitos en la escritura. He modificado mi rutina en cuanto a quién visitar y qué comentarios publicar. También he seleccionado cuidadosamente a quiénes visitar y a quiénes no. En este diario, solo he descrito algunos días, pero en los siguientes me he dedicado a continuar con mis cuentos cortos. Algunos ya han sido publicados durante estos meses y otros están a punto de serlo. Sin más palabras, los dejo con estas palabras del recuerdo...
Día 1:
Hoy ha sido el primer día sin el blog. No puedo negar que he visitado los comentarios y he publicado, excepto los que saben quién. Incluso en la primera hora del día, no resistí la tentación de visitar su blog para ver qué entrada tóxica publicaría. Como era de esperar, el protagonista era yo. Hubo un montón de falsas acusaciones, haciendo uso de su léxico enredado, tóxico y retorcido. No dejaba de repetir la palabra "calumnias" como si fuera su nueva palabra del día. Ha seguido la misma rutina en la entrada anterior, acusando a otro blog de calumnias.
Mi objetivo es darme un mes para limpiarme de toda esta situación. Al principio pensé que podría superarlo, pero es difícil para alguien que sufrió bullying de niño, cuando aún no existía ese término y las escuelas no hacían nada al respecto. La mejor solución era pelear a puño limpio en el patio del colegio, en el rincón donde los inspectores no podían ver. Perdí muchas peleas y solo gané unas pocas. Ahora, las palabras duelen más que los golpes.
Cuando era adolescente, acudí a psicólogos. En una oportunidad, descubrí una especie de escape en las letras. No me considero escritor, soy ingeniero de profesión y veo números y tendencias. Sin embargo, en las letras puedo viajar. En las primeras entradas, escribí novelas, cuentos cortos e incluso intenté conectar las historias como si fueran parte de un metaverso mucho antes de que las películas de Marvel popularizaran la idea.
Estaré sin blog y cada día pretendo visitarlo menos. Solo intentaré escribir sobre el progreso y el olvido de este mal momento durante treinta días...
Día 3:
He retomado el viejo hábito de escribir historias. También he estado releyendo esas novelas distópicas que solía escribir, las cuales supuestamente tenían una conexión entre sí. Eran historias de ángeles y demonios, así como de futuros apocalípticos, y muchas veces había alguna conexión con los cuentos cortos.
Además, he estado muy ocupado en mi tiempo libre con el cambio de casa. Mi trabajo está lejos de mi hogar y tengo un turno de 4 días de trabajo por 3 de descanso. Esto significa que trabajo de lunes a jueves y tengo libre los viernes y todo el fin de semana. Así que aprovecho cada minuto del día para ordenar y acomodar mi nuevo hogar....
Bueno la historia del día a día debía continuar, pero no quería dejar este breve diario en el olvido, el resto ya lo sabemos...
Repito, si no se entendió bien, esta entrada estaba en el baúl de los borradores, tan solo la publique para evidenciar un suceso en el pasado, pero no pienso dejar de publicar entradas.
Feliz semana
MxAx