En el eco del vacío,
cuando el mundo calla su rumor,
despierta un huésped frío,
una voz sin corazón.
cuando el mundo calla su rumor,
despierta un huésped frío,
una voz sin corazón.
No es la mía, no es mi mente,
es un susurro que no pedí,
un ente persistente,
que habita en el silencio de mí.
Me cuenta mis miedos,
me siembra la duda,
y en la calma de mis nervios,
su eco me desnuda.
Un intruso en la soledad,
un grito en la quietud,
la otra cara de mi verdad,
con voz de incierta virtud.
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