Un pequeño oyente de la buena música, fue gracioso como llegó a escuchar música, bajando a pie por una escaleras, incluso diría pidiendo permiso, primero se paseo por un costado, en todo momento muy pacifico, y después de un rato se puso a escuchar la música, incluso diría que movía la cabeza al ritmo del trombón, que tocaba melodías de bossa nova jazz.
Ya cuando se terminaba una de los melodías de un salto se poso en la baranda y a modo de despido vio al músico, realizo un leve movimiento de cabeza y emprendió el vuelo...
CarlosMxAx
Destila alegría tu post. Yo quisiera ser una ave.
ResponderEliminarUn abrazo, Carlos.
Ambos se alegraron el día.
ResponderEliminarUn abrazo
La música amansa las fieras y aunque no lo es seguro que le atemperó, contentos el oyente y el interprete. Un abrazo
ResponderEliminarQué lindo!!
ResponderEliminar=)))