Hoy me callo, que hablen otros...
Les dejo esta antigua leyenda mapuche...
Cuenta una antigua leyenda mapuche que la luna (Kuyén) y el sol (Antú) se casaron muy enamorados, un día de otoño ante la presencia de Nguenechen (Dios).
Kuyén tenía un carácter suave y un corazón tierno y atendía las necesidades de la mujeres y los niños, en cambio Antú tenía un corazón bravo y valiente y se preocupaba por todos los hombres.
Todo iba muy bien, pasaban sus días recorriendo el cielo, cuidando de todos los mapuches, pero con el paso del tiempo comenzaron a tener discusiones y diferencias que finalmente los llevaron a separarse para siempre, desde ese momento comenzaron a recorrer solos el cielo. Antú comenzó a salir de día y Kuyén comenzó a salir de noche.
Cierto día, cuando Antú estaba calentando la tierra, fijo su mirada sobre una hermosa mujer enamorándose perdidamente de ella, la llevo al cielo y le puso el nombre de astro dorado (Collipal) que nosotros conocemos como lucero.
Una noche en la que Kuyén salió a recorrer los cielo más temprano los sorprendió besándose muy enamorados y sin poder contener su llanto, lloro tanto que sus lágrimas llegaron hasta el Mapu (la tierra).
Cuenta la leyenda que así fue como se formaron los hermosos lagos del sur y fue al ver la belleza de lo que había creado, Kuyén (la Luna) volvió a sonreír.
Nos leemos en el futuro...
CarlosMxAx