En el último suspiro de febrero bisiesto,
se despide el calor, con un gesto honesto.
Las hojas del calendario caen con gracia,
anunciando la llegada del frío que abraza.
Bajo el cielo azul que se tiñe de invierno,
se desvanecen las sombras del calor tierno.
Febrero bisiesto, testigo del cambio,
deja paso al frío, con un nuevo encanto.
Las hojas se cubren de blanco y se adormecen,
mientras el viento helado por los árboles estremece.
El calor se retira, deja huella en el ayer,
como un susurro que se desvanece al anochecer.
Adiós, febrero bisiesto, con tus días extra,
llevas consigo una añoranza que en el alma se graba.
Pero también abres la puerta a la nueva estación,
donde el frío llega con su propia vibrante canción.
En el horizonte se dibujan paisajes gélidos,
mientras el calor se aleja entre susurros tímidos.
Que este poema de despedida sea el canto,
a la llegada del invierno, al nuevo encanto.
Febrero bisiesto, con tus días peculiares,
te despedimos con versos y susurros singulares.
Que el invierno nos abrace con su abanico,
pintando de blanco el paisaje, cual mágico artífice.
mxax