Había una leyenda que atravesaba los siglos, susurrada de generación en generación. Se decía que en algún lugar perdido en el tiempo...
Un intrépido viajero del tiempo... se preparó para su misión, sabiendo que las implicaciones de su viaje podrían sacudir los cimientos de la realidad...
Llegó a 1941, un momento crítico en la historia, y dejó su enigmático mensaje en la catedral. "Nada es verdad"...
Al llegar a 2023, el mundo había cambiado...
La leyenda del mensaje encriptado se convirtió en un mito venerado por algunos y temido por otros.
...o si el enigma del mensaje perdido solo conduciría a un caos mayor...
En el capítulo de hoy...
El viajero del tiempo, decidido a corregir su grave error, se aventuró de nuevo en su máquina del tiempo, esta vez con destino a la antigua Palestina, en la época en la que se suponía que Jesús había vivido. Al llegar, observó cuidadosamente los eventos de la región, buscando cualquier indicio de la presencia de Jesús.
Con sorpresa y consternación, el viajero del tiempo no encontró rastro alguno de Jesús de Nazaret. Ninguna figura carismática que realizara milagros, ningún líder espiritual que predicara enseñanzas revolucionarias. Era como si la historia de Jesús hubiera sido una construcción mitológica o, en el peor de los casos, un malentendido a lo largo de los siglos.
En un acto desesperado por corregir el curso de la historia, el viajero del tiempo tomó una decisión drástica. Utilizando la avanzada tecnología de su época, recreó los eventos que se atribuían a Jesús. Realizó milagros impresionantes, predicó enseñanzas moralmente elevadas y se presentó a sí mismo como el Mesías.
La gente de la antigua Palestina, impresionada por estos actos, comenzó a seguir al viajero del tiempo como si fuera el verdadero Jesús. Sus acciones, cuidadosamente coreografiadas para replicar los relatos bíblicos, se propagaron rápidamente como una nueva versión de la historia. El viajero del tiempo se convirtió en el líder de una secta emergente, y su influencia creció a medida que la noticia de sus "milagros" se extendía.
Satisfecho con su intento de corregir la mentira original, el viajero del tiempo regresó al año 2023, esperando que este nuevo relato pudiera ofrecer una base más sólida para la espiritualidad y la comprensión de la verdad.
Sin embargo, al volver al presente, el viajero del tiempo se encontró con un mundo aún más fracturado. Aunque su versión de los eventos había proporcionado una explicación coherente para la historia de Jesús, las diversas sectas y corrientes de pensamiento no se reconciliaban. La verdad, ahora manipulada y moldeada por el propio viajero, seguía siendo un tema de conflicto y división en la sociedad.
La historia que había tejido al reemplazar a Jesús con tecnología del futuro había creado una nueva comprensión de la fe y la espiritualidad. Aunque el mundo ahora sabía que los milagros de antaño eran productos de avanzada tecnología, la gente aún encontraba significado y consuelo en las enseñanzas de la figura que ocupaba el lugar de Jesús.
Las sectas que antes buscaban el mensaje encriptado en la catedral se dividieron aún más. Aquellos que aceptaron la nueva revelación como una interpretación moderna de lo divino se unieron en una secta más amplia, mientras que otros rechazaron esta versión "tecnológica" de la espiritualidad y buscaron respuestas en otras interpretaciones de la verdad.
El líder de la secta de los Iluminados Temporales, que anteriormente había buscado el mensaje perdido con la esperanza de controlar el tiempo, se encontró en una posición comprometida. Algunos de sus seguidores se alejaron al sentirse traicionados, mientras que otros abrazaron la fusión de la tecnología futurista con la espiritualidad.
Las tensiones entre las sectas se intensificaron, y la sociedad se polarizó aún más. El viajero del tiempo, desesperado por enmendar su error, se sumió en la búsqueda de una solución. Se dio cuenta de que, al tratar de corregir una mentira del pasado, había sembrado una verdad conflictiva en el presente.
Mientras la humanidad se debatía entre las interpretaciones divergentes de la realidad, el viajero del tiempo enfrentaba la responsabilidad de encontrar una manera de reconciliar las creencias y devolver la estabilidad al tejido del tiempo. Su misión, que comenzó como una búsqueda de un enigma oculto, se había transformado en un desafío mucho más profundo: un intento de reparar la comprensión de la verdad y la realidad en un mundo fracturado por sus propias acciones, de tal modo que decidió viajar mucho más atrás en el tiempo...