Había una leyenda que atravesaba los siglos, susurrada de generación en generación. Se decía que en algún lugar perdido en el tiempo, un misterioso mensaje había sido oculto en la antigua catedral del año 1941, un enigma que desafiaba las leyes del destino.
Un intrépido viajero del tiempo recibió la encomienda de descifrar este enigma. Con valentía, se preparó para su misión, sabiendo que las implicaciones de su viaje podrían sacudir los cimientos de la realidad. Armado con su máquina del tiempo, partió hacia el pasado, hacia los días tumultuosos de la Segunda Guerra Mundial.
Llegó a 1941, un momento crítico en la historia, y dejó su enigmático mensaje en la catedral. "Nada es verdad", escribió en un lugar seguro, oculto a la vista de todos. Con la misión cumplida, regresó al presente, ansioso por contemplar las consecuencias de su acción.
Al llegar a 2023, el mundo había cambiado. La humanidad había reflexionado sobre esas palabras encriptadas en el tiempo y había aprendido una lección fundamental: la percepción de la verdad es frágil y está sujeta a interpretación. Surgieron corrientes filosóficas que cuestionaban la naturaleza de la realidad y la importancia de la verdad en la vida cotidiana...
Un buen relato lleno de imaginación.Saludos
ResponderEliminarmuchas gracias por tu comentario
Eliminarsaludos
Cuando te pones a escribir relatos hay que darles tiempo de lectura para disfrutar, rozas los misterios del futuro muy bien, Abrazos
ResponderEliminarya regresando de mis vacaciones, de a poquito soltando nuevos textos, y desvarios varios...
Eliminarabrazo
Me ha encantado, un abrazo enorme
ResponderEliminarintrigada me dejas... Madre mía que pitanza el asado de abajo!!
ResponderEliminarNada es verdad... pues algo así pienso yo aunque hay tantas verdades como personas.
ResponderEliminarSaludos.
Bonita catedral, Carlos.
ResponderEliminarParece ser que la realidad no es monolítica. Al revés, polifacética. Aunque ya se haya dicho mil veces...
Salu2.
¿Tres palabras y un gran cambio?, eso es saber hablar y escoger el momento justo.
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