Alguien aguarda en los edificios de la tarde.
Las mantas negras en las ventanas no pueden
significar sino señales
y los silbidos sin origen preciso y las mesas
donde hubo gente recién.
Me resigno a no acudir al llamado de estos objetos
en los que los habitantes de la tarde
han dejado su huella cálida:
dibujos diseminados, tazas humeantes,
signos escritos
con apurado esmero en las paredes.
LOS HABITANTES DE LA TARDE
Omar Lara
(Imagenes corresponden a escenario de Quinta Vergara
y alrededores Viña del Mar, Chile)