Este hotel
huele a fantasmas,
este hotel
respira azufre y puñales,
sombras deshilachadas
cuelgan de sus paredes,
una coreografía de cicatrices
avanza por sus pasillos.
No son mis quejidos
peregrinando estas sábanas
no son tus nalgas
acechando estos espejos.
Este cuarta está cargado
amorcito mío,
vístete y busquemos otro sitio,
acá atisban otros pupilas,
en este hotel no pasa,
alguien nos ganó la mano
cosita mía.
Este hotel
está teñido
de un luto aún inconcluso.
HOTEL
Horacio Eloy
(Imágenes corresponden
a las afueras de Los Vilos, Chile)