Hola Feliz Jueves...
Como han sabido en mi pais, Chile, esta pasando de todo, no cesa los incendios forestales en distintas zonas del país, a eso sumarle la muerte del ex presidente Sebastián Piñera, el cual murió ahogado después que su helicóptero capotó en el lago Ranco.
Pero, cambiando de tema, los dejo con un breve cuento que escribí el año pasado, y había quedado en el tintero de las carpetas de pendientes.
Espero que tengan un buen fin de semana...
Nos estamos leyendo...
Los dejo con el brevecuento...
En una dimensión donde el tiempo y el espacio se entrelazaban de formas inimaginables, Jesucristo se encontraba viajando a través de las eras. Su misión era observar y aprender de la humanidad a lo largo de los siglos para comprender mejor su evolución y su capacidad de amor y perdón. En uno de sus viajes, Jesucristo llegó a un futuro distante, donde se encontró con una humanidad enfrentando una amenaza desconocida: el COVID-19. Intrigado y compasivo, decidió regresar al pasado para advertir a la humanidad sobre esta enfermedad devastadora y ayudarles a prepararse.
Sin embargo, los viajes temporales no siempre son precisos y las consecuencias de interferir en el tejido del tiempo pueden ser impredecibles. Al intentar cambiar el curso de la historia, Jesucristo sin querer trajo consigo el virus en uno de sus viajes de regreso al pasado. El virus se propagó rápidamente a lo largo de las líneas temporales, afectando a diferentes épocas y regiones. La humanidad, sin saber la verdadera causa de esta pandemia, se enfrentó a desafíos sin precedentes. Gobiernos, comunidades y personas de todo el mundo lucharon contra el invisible enemigo que amenazaba la salud y la estabilidad.
Jesucristo, consciente de las consecuencias de sus acciones, sintió un profundo pesar por el sufrimiento que había desencadenado. Se dedicó a consolar y sanar a aquellos que estaban afectados por la enfermedad, enseñando a la humanidad a unirse en tiempos de adversidad. A medida que las personas se unieron para superar la crisis, aprendieron lecciones valiosas sobre empatía, solidaridad y resiliencia. Jesucristo, en su papel de guía espiritual, instó a la humanidad a encontrar la luz en la oscuridad y a trabajar juntos para construir un futuro más compasivo.
Con el tiempo, la pandemia fue controlada, y la humanidad emergió más fuerte y unida. Jesucristo continuó su viaje a través del tiempo, llevando consigo las lecciones aprendidas de esta experiencia única. Aunque su intervención accidental había provocado momentos difíciles, también había demostrado que, incluso en medio de la adversidad, el amor y la compasión podían prevalecer.
Así, el viajero del tiempo Jesucristo siguió su camino, dejando un rastro de esperanza y enseñanzas que resonarían a través de las eras.
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