En el oscuro reino de mi mente sin piedad,
donde el bien y el mal se entrelazan en un vals,
soy el villano, sin sombra de remordimiento,
un arquitecto de caos, sin temor al tormento.
Mis acciones no conocen la cadena de consecuencia,
un juego retorcido, sin reglas ni premiación,
el tiempo se desvanece, como un sueño sin conciencia,
en este mundo mío, una eterna recreación.
Soy el amo de un reloj que se niega a avanzar,
las agujas inmóviles en mi propio lugar,
cada maldad que siembro, como semillas al viento,
germinará de nuevo, en un eterno renacimiento.
No hay lamento en mi corazón de acero,
ni rastro de empatía en mi mente sincera,
soy el villano, en este juego sin sendero,
donde el pasado se diluye, y el futuro espera.