Ya paso una semana, desde que mi madre se fue, sucedió el viernes pasado 06 de febrero, fue un despertar triste; mi hermano, Pancho, me llama a las 5am que la Lela, como le decíamos a nuestra madre, falleció, a una edad joven 60 años, después de sufrir un cáncer terminal de hígado y riñón.
Así de fuerte y directo fue mi hermano, ya lo veíamos venir, sufrió mucho los últimos días me decía de sus constantes dolores, su diagnostico fue hace 4 meses, fue tan categórico que expectativa de vida 2 meses, intentamos de todo, pero cuando un medico te dice "prueba medicina alternativa" uno se le viene el mundo abajo, incluso hace dos semanas se inscribió en un programa de medicina experimental, le realizaron una serie de exámenes médicos con el fin de evaluar su estado, pero el miércoles de la semana pasada fue el inicio del fin, nos indicaron que tenia muy avanzado y no había medicina que la ayude, es cosa de tiempo, y fue así, el jueves ya ni agua podía tragar, y su ida fue el viernes a las 5am.
No lo niego, siempre pensé en una expectativa de vida mayor, dos a tres años, mi novia tiene cáncer de mamas lo tiene controlado con medicamentos que se los debe tomar sagradamente todos los días a las 9 de la noche, la madre de mi novia igual situación, ambas vencieron y luchan día a día con el cáncer, ya llevan aproximadamente 5 años de mi suegra y 3 de mi novia, caso muy similar de un tio político que padece de cáncer de hígado, le habrían diagnosticado 5 meses de vida y ya lleva 10 años vivo, con todos estos antecedentes siempre pensé que mi viejita le quedara varios años de vida, pero jamas 4 meses, si incluso hace dos semanas fuimos con mis hermanos a visitarla en Quilpue, ciudad cerca de la capital de Chile, Santiago.
Como decía hace dos semanas la fuimos a visitar estaba muy débil, tenia problemas de movilidad, comía muy poquito, incluso creo que la morfina ya estaba haciendo efectos malos en su memoria, perdía el hilo de una conversación o confundía cosas, fue muy triste verla en ese estado, pensando que mi madre era una mujer activa, rápida de mente, siempre pensé que con los medicamentos se mejoraría, que se sentiría mejor, era medicamentos experimentales que probarían en ella, pero todo la semana pasada se fue al tacho de la basura.
Y como fue en los inicios de este blog, vuelvo a ti como válvula de escape, para poder plasmar el dolor que siento en este momento, duele tanto su ausencia, teníamos tantos planes, que me visitará en el departamento que tengo en Santiago, que de a poquito lo estaba implementando, ya tenia su cama y hace poco le había comprado un refrigerador, el departamento ya venia implementada la cocina, además había comprado unas sillas ya que viene el depto con cocina americana, una tv, loza, y todo para estar bien; habíamos realizado tantos planes, me había cambiado de trabajo de 5 por 2 a un 4 por 4, es decir cuatro días de trabajo de 8am a 8pm, y después 4 días libres, y con este nuevo turno podría viajar a verla.
Acostumbraba llamarla todos los días a las 10am aprox, tiempo en el cual en mi trabajo anterior me quedaba un pausa en mi labores, y aprovechaba de conversar con ella mínimo una hora, de que como estaba, lo difícil y escaso que estaba el trabajo, preguntaba como estaba mi hermano y mi cuñada Karen, a su vez siempre le preguntaba por el Tata Lalo, mi papá, y nos pasábamos una hora conversando se había hecho tan habitual que cuando no la llamaba mi viejita me sacaba en cara después que por que no lo había hecho en la hora habitual, hoy pasado una semana son las 10 y se me aprieta el corazón.
Como la vez que me acompaño a Santiago, recién entregado el departamento, habían viajado mi viejita y el tata, yo había comprado una cama días antes, y ellos viajaban por dos días para ayudarme a colocar las cortinas y una chapa nueva en la puerta de entrada al departamento, de los días se convirtieron en dos semanas, por motivo laborales estuve los dos dias y ellos se quedaron, mi viejitos estaban tan felices, me llamaba mi viejita que le gustaba mucho el departamento su ubicación a pasos del centro, que salia con mi padre a pasear, que todos los días comia en el Piccola Italia, local de comida italiana en plena avenida Alameda, o de la vez que tenia problemas de ir al baño y le mencione que se tomará una copa de vino tinto y santo remedio, que le dije me decía que todas las noches junto con mi Tata se tomaban su vinito, una le arreglaba el estomago y la pasa bien.
Teníamos tantos planes, pero ya no se podrán, ahora es tiempo de cuidar a mi Tata Lalo, ahora lo llamo a él, le cuento de mis cosas, que lo invitare a Santiago a comer cosas ricas, a salir...
Acostumbraba llamarla todos los días a las 10am aprox, tiempo en el cual en mi trabajo anterior me quedaba un pausa en mi labores, y aprovechaba de conversar con ella mínimo una hora, de que como estaba, lo difícil y escaso que estaba el trabajo, preguntaba como estaba mi hermano y mi cuñada Karen, a su vez siempre le preguntaba por el Tata Lalo, mi papá, y nos pasábamos una hora conversando se había hecho tan habitual que cuando no la llamaba mi viejita me sacaba en cara después que por que no lo había hecho en la hora habitual, hoy pasado una semana son las 10 y se me aprieta el corazón.
Como la vez que me acompaño a Santiago, recién entregado el departamento, habían viajado mi viejita y el tata, yo había comprado una cama días antes, y ellos viajaban por dos días para ayudarme a colocar las cortinas y una chapa nueva en la puerta de entrada al departamento, de los días se convirtieron en dos semanas, por motivo laborales estuve los dos dias y ellos se quedaron, mi viejitos estaban tan felices, me llamaba mi viejita que le gustaba mucho el departamento su ubicación a pasos del centro, que salia con mi padre a pasear, que todos los días comia en el Piccola Italia, local de comida italiana en plena avenida Alameda, o de la vez que tenia problemas de ir al baño y le mencione que se tomará una copa de vino tinto y santo remedio, que le dije me decía que todas las noches junto con mi Tata se tomaban su vinito, una le arreglaba el estomago y la pasa bien.
Teníamos tantos planes, pero ya no se podrán, ahora es tiempo de cuidar a mi Tata Lalo, ahora lo llamo a él, le cuento de mis cosas, que lo invitare a Santiago a comer cosas ricas, a salir...
Carlos.