Esta es la historia de un ser procedente de un remoto rincón del universo que había viajado a través de vastas distancias para comunicar un mensaje crucial a las autoridades de nuestro planeta. Su llegada fue recibida con temor y desconfianza por parte de los líderes de turno, quienes, sin permitirle expresarse, lo sometieron a procedimientos invasivos, interesados solo en conocer su biología extraterrestre.
Este pobre ser, cuyo único propósito era transmitir una noticia de trascendental importancia sobre la llegada de un salvador universal, se vio frustrado en su intento. Sin la oportunidad de hablar con las figuras de mayor poder en el planeta, no pudo llevar su mensaje más allá. Como resultado, no se obtuvo la respuesta esperada de los entes superiores, quienes hubieran podido validar la existencia de vida en este tercer planeta.
Al no conseguir el apoyo necesario para difundir la buena nueva, el ser extraterrestre se sintió desolado y decepcionado en su lecho de muerte. Temía que, una vez más, la humanidad sería olvidada y pasara desapercibida para el resto del universo durante milenios. La oportunidad de recibir al creador de todas las cosas se desvanecía, y con ella, la esperanza de un futuro próspero...
Hemos sido olvidados...
MxAx
Cuento corto, pero con una buena reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo
Siempre ha sido igual, ese miedo a los desconocido nos hace actuar de la peor manera
Eliminarsaludos
Quizás si no nos mirásemos tanto el ombligo, veríamos más allá... por cierto acabo de ver la Advertencia en el lateral de tu blog.. Y ME ENCANTA!!!
ResponderEliminary despertaste?
Eliminarese el fin o el inicio?
saludos
Un relato que se asemeja mucho a la realidad del ser humano actual...y de todos los tiempos.Saludos
ResponderEliminarClaro... de todos los tiempos, pasaran los años, décadas, siglos y seremos siempre aquel cavernícola que no entiende que sucede fuera de su caverna...
EliminarConcuerdo, tenemos ese gen, de querer destruir todo lo que no podemos comprender...
ResponderEliminarEl ser humano no tiene remedio, por más oportunidades que tenga de cambiar.
ResponderEliminarUn abrazo grande.
Claro que si, muy cierto lo que dices
Eliminarno tenemos remedio como humanidad
saludos