domingo, 2 de octubre de 2016

Isabel Allende, gracias...

Y se fue septiembre, y ya damos inicio a nuevo mes, Octubre, cada vez pasa más rápido el tiempo, ya pasaron las fiestas patrias en Chile, se bailo, se tomo y se comió; pero todo con cuidado del bolsillo, ya que como la economía no anda bien se debe andar con cautela.

No nos daremos ni cuenta, y ya estaremos con la compras navideñas y preparando el cotillón de año nuevo, que las lentejas para la media noche y el calzón amarillo de la hermana para que encuentre novio, y uno que otro billete en el zapato para la fortuna del próximo año.

Pero, todavia falta para aquello, no olvidemos de Halloween que ya se hizo parte como una celebración más, si claro están los puristas que dicen que es una fiesta "gringa" y dan miles de excusas, pero bien que celebran la Navidad con el Santa vestido de rojo y le ponen nieve a su pino, siendo que en Chile en esa fecha hace 35°C, por un poco más "caen los jotes asados del cielo", y que decir del October Fest o festival de la cerveza??? fiestas de afuera que ya son parte del país, y que importa si en total es pasarlo bien, o no?

Domingo de descanso y como ya se trata de hacer algo habitual los dejo nuevamente con extractos de grandes escritores, en esta ocasión será de Isabel Allende, escritora chilena y doble nacionalidad de EEUU, ganadora del Premio Nacional de Literatura de Chile en el 2010.

El extracto corresponde al libro "La casa de los espíritus", primera novela que fue llevada al cine en el año 1993, pero no digo más y los dejo con el escrito, que tengan un feliz domingo, y buen inicio de semana.


CarlosMxAx



“De una plumada, los militares cambiaron la historia, borrando los episodios, las ideologías y los personajes que el régimen desaprobaba. Acomodaron los mapas, porque no había ninguna razón para poner el Norte arriba, tan lejos de la benemérita patria, si se podía poner abajo, donde quedaba más favorecida y, de paso, pintaron con azul de Prussia vastas orillas de aguas territoriales hasta los límites de Asia y de África y se apoderaron en los libros de geografía de tierras lejanas, corriendo las fronteras con toda impunidad, hasta que los países hermanos perdieron la paciencia, pusieron un grito en las Naciones Unidas y amenazaron con echarles encima los tanques de guerra y los aviones de caza. La censura, que al principio sólo abarcó los medios de comunicación, pronto se extendió a los textos escolares, las letras de las canciones, los argumentos de las películas y las conversaciones privadas. Había palabras prohibidas por bando militar, como la palabra “compañero”, y otras que no se decían por precaución, a pesar de que ningún bando las había eliminado, como libertad, justicia y sindicato.”

(La casa de los Espíritus)